Quiero en esta entrada de mi blog compartir una serie de reflexiones en torno a la educación del siglo XXI. El título es un pretexto, un guiño a la actualidad poscoronavirus, o tal vez no lo sea...ni yo mismo lo sé.
La idea, mi idea de lo que es la educación del siglo XXI, se ha ido construyendo a lo largo de mi carrera profesional, y ha ido evolucionando, en la medida en que lo hacía yo, lo hacía el entorno, y lo hacía la vida misma.
Esa idea, en el fondo, no está muy lejos de la que tenía cuando empecé mi actividad docente, pues siempre he pensado que la tarea de un sistema educativo es preparar al alumno para la vida, y esa idea sigue siendo la base de mis planteamientos educativos.
Sin embargo, es tan diferente la vida hoy..., el entorno en que se desarrolla..., en constante cambio, con unas posibilidades casi infinitas, con una tecnología que se mueve a una velocidad vertiginosa y que deja atrás casi todo con una rapidez inusitada...que creo que es sencillamente ineludible, el debate en torno a que es necesario cambiar muchas cosas que estaban presentes en la educación de entonces, que están ampliamente superadas, y deben ser sustituidas por otras en la educación de ahora...porque tenemos que hacernos una pregunta...
Esa pregunta es clave, porque son muy distintas las competencias que son necesarias en el siglo XXI frente a las competencias que eran necesarias en el siglo XIX, y estoy hablando de competencias personales, y profesionales...de competencias globales de la persona.
Porque en el siglo XXI vivimos un mundo completamente inestable, un auténtico entorno VUCA, que nos ha reventado ahora en la cara en forma de pandemia de covid19, y nos ha demostrado que no tenemos respuesta a los interrogantes más importantes, que no sabemos lo que hacer cuando más lo necesitamos, y...que no lo sabemos, probablemente porque no aprendimos a resolver problemas nuevos, sino a memorizar respuestas para problemas viejos...
Esa es una cuestión clave. Seguimos empeñados en educar para que se aprendan soluciones viejas para problemas viejos, cuando el auténtico reto es ser capaces de generar soluciones nuevas para problemas nuevos...preparando a nuestros alumnos para poder enfrentarse en el futuro a los problemas que se tendrán que enfrentar..., problemas que aún no se han planteado (pero se plantearán) siendo capaces de utilizar para resolverlos, herramientas que todavía no existen (pero existirán).
Lo explica seguramente mejor que yo Pablo Heinig en esta charla de TEDx que merece la pena ver...
Y después de verla, no tendrás más remedio que coincidir en la necesidad que tenemos de reinventar un modelo educativo necesitado de grandes reformas...que preparen a la persona para pensar, sentir y actuar para enfrentarse con éxito a los retos de la vida, sean los que sean, aunque todavía hoy sean inimaginables siquiera...
Y esta cuestión...esta necesidad, se ha puesto de manifiesto especialmente en estos días tan extraños de confinamiento, en el que nos hemos visto obligados a trabajar de manera diferente, y a comprobar en muchos casos (y son muchos los docentes que no estaban preparados para ello) que no se puede trabajar de la misma manera que se venía trabajando, que no se puede reproducir el sistema "tradicional" en tiempos del covid19, y que pretender hacerlo se muestra completamente absurdo y demuestra el sinsentido de un sistema necesitado de revisión...
Y... se dan cuenta también nuestros alumnos, como puse de manifiesto en este tweet, que tuvo cerca de 10.000 impresiones, en el que hacía visible la reflexión de una de mis alumnas, que señalaba en su blog, en forma de crítica a ese profesorado del siglo XIX, que tanto abunda todavía hoy, a través de la siguiente reflexión hacia su preocupación por cómo hacer los exámenes online..."dejad de preocuparos por lo que copiemos, y empezad a preocuparos por lo que aprendemos".
Nuestr@s alumn@s..., los destinatarios del modelo educativo, un servicio público que debe diseñarse para poder prepararlos convenientemente para el reto que supone vivir en el siglo XXI...
No es nueva para mí esta concepción, no lo es en absoluto. Ya llevo mucho tiempo pugnando por superar los exámenes como meta del modelo educativo actual; pugnando por establecer nuevas metodologías para un entorno inestable, y planteando ideas y propuestas en mi cuenta de Twitter y en este blog...
Y he creido, que este momento era un momento extraordinario, una vez más #ESELMOMENTOAHORA, para hacer visibles en esta entrada, mis reflexiones sobre el modelo educativo necesario para el siglo XXI.
Pues bien, a mi modo de ver, la educación del siglo XXI, como yo la entiendo, debe concretarse en un sistema educativo en constante evolución, como el tiempo en que vivimos, cuya principal misión sea ayudar a cada persona, a descubrir su elemento, su potencial, y dotarle de las herramientas que le permitan hacerlo realidad y ponerlo al servicio de su desarrollo personal y del desarrollo de la sociedad, de manera que el sistema pueda así contribuir a un mundo en el que ciudadanos libres y responsables puedan construir un mundo en el que la humanidad pueda vivir en armonía con el planeta, cada vez mejor...
Algunos dirán que es una utopía. Y yo digo que las utopías lo son hasta que se convierten en realidad...y que las utopias marcan el camino a seguir, y que cuando uno empieza a seguir ese camino, está cada vez más cerca de la meta...
Lo que sí tengo claro es que pretender que un sistema que no avanza con los tiempos pueda conseguir esos objetivos, eso sí es una utopía imposible de alcanzar.
Y tengo claro, sobre todo tras leer "Otras formas de aprender. Qué funciona en educación y por qué, extraordinario libro de Alex Beard, cuya lectura recomiendo encarecidamente, que este nuevo modelo educativo es necesario, e inaplazable. En él, nos muestra la necesidad de volver a pensar el sistema educativo, de la necesidad de hacerlo mejor, y de la necesidad de diseñar un sistema educativo para ejercer el cuidado del ser humano, de cada ser humano, para permitirle alcanzar su máximo potencial, sin dejar a nadie atrás, y para que la sociedad pueda contar con la colaboración de todos para encontrar soluciones a los problemas acuciantes (como este del covid19...) a los que se tendrá que enfrentar...
Y tras recorrer las más prestigiosas instituciones educativas de todo el mundo, tratando de encontrar las claves del modelo educativo ideal...llega a la conclusión que yo siempre sospeché (yo sólo he podido sospechar, pues no he podido recorrer el mundo en una investigación educativa sin precedentes...) de que no hay recetas mágicas, de que los seres humanos somos aprendices natos, curiosos por naturaleza, y que para cualquier problema, la educación es la panacea...la educación es la respuesta, es en realidad, la única respuesta...
Y que la educación, debe construirse cada día, evolucionando con los tiempos, en base a una serie de ideas, que hago mías (no como pretensión de autoría, sino como muestra de cómo coinciden y expresan mi forma de pensar y ver las cosas en torno a este tema), y que se concretan en un manifiesto para una revolución educativa que permita situar a la educación como la respuesta a todos los males, a todos los problemas...ideas, que pasan por un sistema educativo que permita a las personas aprender constantemente, pensar críticamente, desarrollar su creatividad, desarrollar un carácter resiliente, que empiece a edades tempranas, que fomente la cooperación, que valore la enseñanza y confíe en los profesores, que utilice sabiamente la tecnología, que permita construir el futuro, y en el que "nosotros", como expresión de comunidad humana, somos el sistema.
En el siguiente vídeo puedes conocer más en detalle todas estas propuestas...
Y en una línea parecida, este otro vídeo de Tony Wagner , en el sentido de una educación transformacional, que nos permita transformarnos en lo mejor de nosotros, para transformar la sociedad, en la mejor sociedad...
Y #ESELMOMENTOAHORA de aplicar todas estas ideas, y generar un nuevo modelo, en el que nadie quede atrás, un modelo diseñado para que nadie quede nunca atrás. Un modelo para un nuevo mundo en el que la enseñanza pueda ser personalizada, y la persona, cada persona, sea el centro y la esencia, y el sistema se ponga a su servicio, con todos los recursos que brinda la tecnología, para hacer de cada uno la mejor persona y de este modo, hacer del mundo, el mejor mundo. Y que ese sea nuestro objetivo, nuestro referente, y podamos salir de una vez por todas, de las discusiones de siempre, de las reformas de siempre, que recuerdan la famosa frase del Gatopardo..."hay que cambiarlo todo para que nada cambie", porque se trata de cambiar, lo que haga falta cambiar, sí, pero para que todo cambie, de una maldita vez...
Sirva esta propuesta para abrir un debate más profundo sobre la necesidad de redefinir el sistema educativo para salir de una vez por todas de ese caduco modelo decimonónico todavía presente hoy, y entrar de una vez por todas en un modelo para el siglo XXI
Y tengo claro, sobre todo tras leer "Otras formas de aprender. Qué funciona en educación y por qué, extraordinario libro de Alex Beard, cuya lectura recomiendo encarecidamente, que este nuevo modelo educativo es necesario, e inaplazable. En él, nos muestra la necesidad de volver a pensar el sistema educativo, de la necesidad de hacerlo mejor, y de la necesidad de diseñar un sistema educativo para ejercer el cuidado del ser humano, de cada ser humano, para permitirle alcanzar su máximo potencial, sin dejar a nadie atrás, y para que la sociedad pueda contar con la colaboración de todos para encontrar soluciones a los problemas acuciantes (como este del covid19...) a los que se tendrá que enfrentar...
Y tras recorrer las más prestigiosas instituciones educativas de todo el mundo, tratando de encontrar las claves del modelo educativo ideal...llega a la conclusión que yo siempre sospeché (yo sólo he podido sospechar, pues no he podido recorrer el mundo en una investigación educativa sin precedentes...) de que no hay recetas mágicas, de que los seres humanos somos aprendices natos, curiosos por naturaleza, y que para cualquier problema, la educación es la panacea...la educación es la respuesta, es en realidad, la única respuesta...
Y que la educación, debe construirse cada día, evolucionando con los tiempos, en base a una serie de ideas, que hago mías (no como pretensión de autoría, sino como muestra de cómo coinciden y expresan mi forma de pensar y ver las cosas en torno a este tema), y que se concretan en un manifiesto para una revolución educativa que permita situar a la educación como la respuesta a todos los males, a todos los problemas...ideas, que pasan por un sistema educativo que permita a las personas aprender constantemente, pensar críticamente, desarrollar su creatividad, desarrollar un carácter resiliente, que empiece a edades tempranas, que fomente la cooperación, que valore la enseñanza y confíe en los profesores, que utilice sabiamente la tecnología, que permita construir el futuro, y en el que "nosotros", como expresión de comunidad humana, somos el sistema.
En el siguiente vídeo puedes conocer más en detalle todas estas propuestas...
Y en una línea parecida, este otro vídeo de Tony Wagner , en el sentido de una educación transformacional, que nos permita transformarnos en lo mejor de nosotros, para transformar la sociedad, en la mejor sociedad...
Y #ESELMOMENTOAHORA de aplicar todas estas ideas, y generar un nuevo modelo, en el que nadie quede atrás, un modelo diseñado para que nadie quede nunca atrás. Un modelo para un nuevo mundo en el que la enseñanza pueda ser personalizada, y la persona, cada persona, sea el centro y la esencia, y el sistema se ponga a su servicio, con todos los recursos que brinda la tecnología, para hacer de cada uno la mejor persona y de este modo, hacer del mundo, el mejor mundo. Y que ese sea nuestro objetivo, nuestro referente, y podamos salir de una vez por todas, de las discusiones de siempre, de las reformas de siempre, que recuerdan la famosa frase del Gatopardo..."hay que cambiarlo todo para que nada cambie", porque se trata de cambiar, lo que haga falta cambiar, sí, pero para que todo cambie, de una maldita vez...
Sirva esta propuesta para abrir un debate más profundo sobre la necesidad de redefinir el sistema educativo para salir de una vez por todas de ese caduco modelo decimonónico todavía presente hoy, y entrar de una vez por todas en un modelo para el siglo XXI
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